El problema no es Massa, sino el traspaso de poder…

Como ese determinismo histórico fatídico Argentino, sembrado en el profundo de las entrañas gauchescas, el liderazgo y el culto al caudillo parecieran no sucumbir ni tampoco inmutarse frente al mundo postmoderno. Y sin embargo y, pero sin embargo, aquel viejo caudillo, que bajo el carisma de su gracia personal adquiría legitimidad política y apoyo popular con el respaldo de una elite económica, ejercía el poder absoluto y casi parecía adueñarse del país, vislumbran hoy; sus apósitos futuros retratados en el “Híper presidencialismo moderno” que hoy como ayer y, ahora como entonces, sucumben bajo el velo de ser considerados “Héroes” o “Tiranos” . No obstante, el drama sobreviene ante la imposibilidad por parte del caudillo de continuar el ejercicio del poder, ya sea por diversos motivos Legales/Constitucionales o de estrictas normas entre vencedores y vencidos. La historia Argentina nos muestra ese gran vacío que nunca jamás hemos sabido llenar: el traspaso de pode...