El tiempo de Scioli esta al caer…

Es cierto que bajo el charme del amarillismo ingles, el título a simple vista, podría resumir un deseo político como incluso, una conclusión subjetiva.
Pero tranquilos... por suerte existen unos pequeños párrafos que podrán iluminar mis pensamientos.

En ellos, querría alertar al lector, sobre la necesidad de no querer pretender en detalle, entrar en la discusión de la política y sus articulaciones estructurales (cotidianas, diarias) para remontarnos como lo hace un niño con su barrilete, a una perspectiva superestructural, que nos permita comprender (Verstehen) los procesos que se han ido desarrollando desde el advenimiento de la democracia Argentina.

De lleno al grano y resumiendo, ya que la explicación de cada uno de ellos haría meritoria otro post, me inclino a pensar que: primero se estableció lo político con Alfonsín: la transición democrática, luego lo económico con Menem: las transformaciones neoliberales y por ultimo, lo social con los kirchner: las reivindicaciones ideológicas y redistribuciones del ingreso hacia el mercado interno.
Estos son sin duda los grandes procesos de los últimos años de la democracia Argentina, que debería descender a lo estructural para poder desarrollarlos y justificarlos. 
Con sus más o con sus menos, fue  Raúl Alfonsín quien garantizo (incluso mediante “La casa esta en orden” y continuas negociaciones de indultos con los militares) la transición democrática.
Le toco a Carlos Menem,  dedicarse a las profundas transformaciones económicas que la Argentina venia rehusando hace tiempo. Para muchos, no fue más que aplicar las políticas neoliberales que estaban en boga en las potencias occidentales. Para otros, fue la única manera de salir de un estado completamente deficitario (con  9 millones de empleados) y una hiperinflación del 200% malvendiendo las joyas del estado.
Sin embargo, los efectos de llevar acabo estas transformaciones de “Cirugía mayor sin anestesia” no fue más que el germen que posibilito un tercer proceso. 
Pese a quien le pese y mal que bien, con el Gob. del ex fallecido presidente  Néstor Kirchner y de la actual mandataria Cristina Fernandez de Kirchner, la justicia social, la memoria y la verdad se pusieron al día en otro orden de cosas.

Siguiendo el devenir superestructural, Argentina por su propio desarrollo histórico y cultural (sistema presidencialista y ontología del peronismo), tiende a saltarse o comienza a darse cuenta de la existencia de un proceso que esta faltando. Me refiero al proceso institucional con un "Presidencialismo (Peronista) atenuado". Y aclaro peronista porque sino no hay gobernabilidad posible. 
Si bien es cierto que como nunca ha existido una inagotable búsqueda de fortalecer marcos legales y arreglos políticos que favorezcan el ejercicio de una democracia plena o “Real",  Argentina sigue bajo el lema de la gobernabilidad, a causa de unos de los poderes del estado (el ejecutivo), más que el establecimiento de un diseño institucional, que aun incorporando el conflicto y la inestabilidad, mejoren la calidad y consolidación de sus instituciones políticas.


       El sistema presidencialista invita al liderazgo casi monopólico de la vida política por parte del presidente, llevándonos a firmar que vivimos en tiempos de hiper-presidencialismo, donde resalta el particular estilo de  liderazgo. Fortaleza, determinación, concentración de poder (modelo radial), dominancia de la esfera pública y confrontación son los atributos personales mas importantes de la otrora presidente de “Todos los Argentinos” . Valores que no hacen mas que recrear una y otra vez la propia condición de imposibilidad de posibilitar el tránsito ordenado al proceso de institucionalización o de existencia plena de un "Presidencialismo (Peronista) atenuado" en la vida política.

Pero recuerda el mundo o la historia política un sin fin continuo con el mismo estilo de liderazgo aunque al mando presidencial se suceda?
Me temo que no! Me atrevo afirmar que la aparición de nuevos procesos es en base a la construcción de otros previos que posibilitan la aparición de este último. Y es en el estilo de liderazgo, donde encontraremos en tiempos donde los otros procesos están cumplidos, el germen suficiente para la aparición del tan anhelado (por quien suscribe) "Presidencialismo (Peronista) atenuado".

Quien represente ese posicionamiento, sea en el 2015 o 2019 estará en condiciones de hacerse con los vientos que traerán esos nuevos cambios. 
Hoy pareciera que Scioli estaría en ventaja pero creo que hay muchos más, incluyendo gobernadores, ministros que pueden representar el nuevo sistema que tarde o temprano ocupara su rol supertestructural en sl sistema político argentino.

PD: 23/08/2013 Próximo post:intentaré explicar como surge, cuales son sus atributos específicos y que demandas aglutina el "Presidencialismo (Peronista) atenuado". Termino utilizado por Sebastián Bertran Lamas - Director de Vab-Consulting.

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