Cristina vs. Martín: el drama de un final anunciado


- “Ellos creen que me matan, yo creo que se suicidan” -
  
      Cualquiera podría pensar, que estamos frente a un discurso de Napoleón III frente al partido del orden, (en las vísperas de lo que comúnmente conocemos como: La segunda republica Francesa). Pero lamento desilusionarnos, la tan acuñada frase pertenece a Martín  P. Redrado (titular del BCRA) frente al nuevo envite presidencial.
      Los argentinos asistimos de modo pasmódico, a un nuevo enfrentamiento entre aquellos que gobiernan y todos aquellos que no piensan como el gobierno. El escenario elegido  no es otro, que todos los resortes institucionales que la delgada y fina línea interpretativa de la constitución nacional nos provee. Así DNU (decreto de necesidad y urgencia), denuncias penales, convocatorias extraordinarias, resoluciones Express, etc., salen de su anonimato para cobrar nuevamente vida en los vaivenes de la dramatúrgica vida argentina.
El drama de la obra se desarrolla en lo que, al parecer estos últimos años, estamos todos acostumbrados: La confrontación.


Una confrontación marcada no solo por los intereses contrapuestos que lógicamente se pueden expresar, sino que ve en los años 70’, su fundamento y esencia en cuanto a intentar suprimir al adversario ya sea con la fuerza o, en este caso, con todos los resortes institucionales posibles. Es decir, una confrontación que no entiende de negociación posible ni aún incluso, cuando el adversario es quien tiene la nueva configuración política del poder legislativo. No la entiende, porque básicamente se aboga la representación popular (que legítimamente confiere el cargo presidencial) pero porque además, en ultimas instancias, se desmerece al adversario quien solo es capaz de retener para si, las famosas comisiones en detrimento de las “Calles”. No la reconoce digámoslo también, por la propia configuración heterogénea de la misma, la cual con lleva a no poder manifestarse como una oposición unida, cohesionada y coherente con el rol que le toca asumir. En su confín, nos encontramos con diversas expresiones que permiten la cuña del toma y daca por parte del poder ejecutivo en función de sus intereses.
      Partiendo entonces de esta lógica Amigo/Enemigo que caracteriza la década “K” y, sin hacer recontó de todo lo sucedido hasta ahora, este  nuevo fraiming no es más que otra batalla. Esta batalla, no es más que otra escena con un final anunciado.
      Unos  de los pilares intelectuales de este proceso transformador, como se denominan los “K”, es el Dr. En Ciencia Política,  Juan Manuel Abal Medina, el segundo de Aníbal Fernández, que de sobra sabe que la reingeniería del Sistema político argentino, esta basado y descansa en la indelegable figura presidencial. No hay nada ni nadie a excepción de la ley (y ya sabemos que ni los Ex - Presidentes van presos en Argentina) que pueda hacer sombras o competir con el poder presidencial. Por tanto, el gobierno sabe de antemano cual va a ser el resultado (si la voluntad política de la Sra. Presidenta es el cese de actividades del presidente del BCRA.)
      Ahora bien, si damos por hecho la certeza que se asume quien sabe que tiene todas las de ganar (no digo la razón), cabe preguntarnos cual el costo político que esta decidido asumir el gobierno en este nuevo envite? Evidentemente es curioso, o cuando no, llama la atención el despliegue de energías (aún contando con el entramado institucional a favor) que el Gob. continúa asumiendo con este tema.
      Es aquí donde nuestro análisis cobra vigor. Sin duda no solo asistimos a la discusión de si los fondos eran para pagar la deuda externa o para pagar la deuda pública (que será según con el cristal con que miremos: si somos oposición, es continuar con la caja y, si somos el Gob., es pagar deuda externa y/o ejecutar parte del presupuesto público ) sino que estamos frente a una nueva fase de la relación del kirchnerismo con el resto del espectro político. Una nueva fase en donde la oposición solo si se junta puede controlar el congreso. Una nueva fase que ah puesto en el caso Redrado el primer tanteo, la primera prueba de límites hasta donde pueden y quieren llegar cada uno de los actores involucrados. La oposición esta dispuesta a jugar un rol activo y, el gobierno, no solo utilizara legítimamente los DNU, sino que estará dispuesto a negociar  allí donde quepa, allí donde pueda meter cuña con las distintas facciones que componen ese aparente congreso opositor. 

El caso Redrado es un claro Ej. El Gob. Sabe de antemano que varios actores de centro izquierda ven con agrado el alejamiento de este supuesto “paladín del Neoliberalismo ortodoxo” de ahí a la famosa frase “No entra más al banco central” que profeso un exultante Aníbal Fernández.
Por tanto, transcurrida la semana y los días que quedan por venir, seria inútil intentar redactar una cronología de los hechos según se vallan dando, pues a vista de todos esta, que estamos frente a un final anunciado:  
                         Un ex presidente del Banco Central que nos alertara sobre los males del gobierno o se llamara a silencio, una presidenta que no solo reafirma su poder sino que continua anexando batallas ganadas en lo que ah denominado “la profundización del modelo”, una oposición que ve y siente en carne propia que su mayor fortaleza esta en el intento de enfrentar al gobierno pero su mayor debilidad, se expresa a la hora de definir el “COMO” y “CON QUE” han de combatirlo.
Y, por supuesto, estamos nosotros. Nosotros los espectadores. Plateístas que observamos ilusos y asombrados que la vida como en el drama es tan real, que ya ni siquiera nos damos cuenta de cuales son nuestros horizontes. Ya ni siquiera distinguimos quien defiende nuestros intereses: si Cristina o Martín, si el poder legislativo o el judicial, si el jefe de gabinete o el vicepresidente. En fin... ya no sabemos quien es quien, en esta obra con final anunciado.

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